Una Lágrima Manuel Moraga

Análisis músical por el excelentisimo maestro...

Lic. Luis Juárez Quixtan

Iniciando con dos compases de expresión trágica, el oyente se sumerge en esta maravillosa marcha fúnebre compuesta en un compás de 4 cuartos.

Como es típico en estas piezas, se trata de una marcha lenta, que marca los pasos de los cargadores, esos hombres y mujeres de FÉ que se identifican con la expresión de lamento de la imagen de Jesús Nazareno de Candelaria.

…Durante cuatro compases que nos llenan de un sentimiento de esperanza, que nos evoca un aspecto luminoso de la pieza, con los flautines realizando ornamentos como pájaros en libertad…

Al comenzar el tercer compás somos testigos del inicio de la sublime y triste melodía que marca esta hermosa pieza, la cual se desarrolla durante 8 compases en los cuales la primera mitad exponen el patrón rítmico que marcará la mayoría de la pieza.

A partir del sexto compás identificamos como desciende la melodía interpretada por los clarinetes y las trompetas en una expresión de decadencia, quizá de aceptación del dolor, del sufrimiento que el compositor desea interpretar.

 Durante casi dos minutos nos vemos envueltos en esa primera parte de la pieza,, la cual hace viajar al oyente en un universo de profunda reflexión, probablemente identificado con las experiencias dolorosas de la existencia humana.

De manera sorprendente, un FORTE nos introduce en una atmósfera que contrasta con la primera parte.

Una expresión de fuerza, de energía, la cual se expandirá durante cuatro compases que nos llenan de un sentimiento de esperanza, que nos evoca un aspecto luminoso de la pieza, con los flautines realizando ornamentos como pájaros en libertad, mientras el resto de la orquesta mantiene el paso lento de la música.

Sin embargo al llegar al quinto compás la música se torna muy nostálgica y nos hace sentir que ese momento cercano a la alegría ha sido efímero pues toda la armonía nos regresa lentamente a la nostalgia y nos dirige al profundo sentimiento de lamento con el cual se inicia la marcha. 

Al igual que en la primera parte, esta segunda parte se repetirá, siguiendo los patrones rítmicos del tema principal, pero esta vez la repetición tendrá una variación en intensión más dramática, presentando en algunas versiones elementos añadidos para aumentar la expresividad.

El inicio de una tercera parte se hace presente, en el cual solo se escucha el acompañamiento en acordes mayores, mientras que en un tercer compás escuchamos un tema melódico con caracterizar quizá un tanto optimista, ayudada por una pequeña variante rítmica. Sin embargo a los pocos compases, como se presentó anteriormente, todas las voces de la orquesta nos llevan al sentimiento profundo de la pieza, a ese lamento, a ese dolor que el compositor eligió plasmar. Un momento sublime nos conduce a un FORTISSIMO que se diluye en el momento más desgarrador de la obra.

Comentario Personal

Una pieza que conmueve, un momento profundo, de sentimientos dolorosos, de grandes lamentos, los cuales todo ser humano a experimentado.

Un recordatorio de la belleza de la existencia humana, esa que nos permite experimentar los más profundos sentimientos, quizá para empujarnos a descubrir nuestra propia divinidad.

París, Marzo 2024

Luis Juarez Quixtan 

 

Luis Juarez Quixtan - Guatemala